Lo bueno; la comida, en especial la rellena y arepas dulces, las carnes son suaves y con buen sabor, el tamaño es considerable. Lo regular; la variedad en el menú, no hay sopas ni nada fuera de las picadas. Lo malo; el ambiente, en 7 años que lo conozco, no ha cambiado, los parqueaderos incómodos y sigue teniendo la misma fachada con la que empezó, ahora se les dio por poner música a todo volumen cual bazar, asumiendo que a todo el mundo le gusta comer escuchando vallenato, su comida lo salva pero ha venido desmejorando en servicio y presentación.