Los postres que pedimos fueron los que quedaban, es decir solo dos cosas, lo que me parece terrible! Apartando eso, el sable de mora con salsa inglesa estaba muy bueno y los cafés excelentes. La tarta de nueces, seca, no muy buena. Podría volver pero la verdad, la falta de productos y la lenta atención no me provoca, mucho menos recomendarlo.