El ambiente futbolero es agradable, decorado con fotos que hacen recordar. El arroz atollado estaba invadido de cilantro, lo que lo hace muy pesado. Pedí huesos de marrano y el plato salió frío, casi congelado en el interior, por lo que hice el reclamo y me lo cambiaron por otro este si bien caliente, sin embargo por el retraso debí comer cuando los demás habían terminado.