En un día frío y lluvioso en Bogotá, decidí darle la oportunidad a sus domicilios, actualmente tienen varias cocinas ocultas de donde envían los pedidos y no le tenia mucha fe pero me sorprendió lo fácil que fue hacer el pedido por su página web y lo rápido que fue entregado. La comida llegó empacada divinamente, cada plato con sus complementos por separado y a buena temperatura para ser un domicilio. En su sabor conserva su toque de hace 20 años y me sorprendió ver varios platos nuevos. volvería a pedir