Excelente atencion y calidad de la comida, un rincón de clase en el medio de la muy variada y a veces irregular oferta de El Poblado. Comimos carpaccio de res, deditos de pollo, ensalada cesar, ravioles y un filete de lomo. Todo perfecto. Los postres son una delicia, especialmente el trio n.2. Nos homenajearon un postre adicional ya que uno de nosotros estaba de cumpleaños.