Al estar ubicado en getsemaní se encuentra rodeado de un ambiente cálido y colorido. Es espacioso y cuenta con varios espacios incluido un segundo piso y una terraza muy amena. La comida propone sabores tradicionales de la cocina italiana y en general estaba muy bien de sazón. Su pizza es de masa delgada y crujiente, la pasta fresca y las salsas cremosas y balanceadas. El servicio es amable pero no muy rápido.
No sé si era porque fuimos un 1 de enero pero el servicio es terrible con mayúscula! desesperantemente lento y aunque la comida estuvo bien, no fue nada de otro mundo. el postre no sabría decirles porque nunca llegó.
Llegué con muchas expectativas y el chef no decepcionó. Los sabores, las texturas y sus combinaciones son sobresalientes. Los toques florales ( todos comestibles) le aportan frescura y aroma. la atención es realmente buena. Los meseros se esfuerzan por brindarte una grata experiencia y su conocimiento sobre la carta es buena. el sitio es pequeño y nada del otro mundo pero la experiencia gastronómica vale la pena.
Di Silvio Trattoria
Al estar ubicado en getsemaní se encuentra rodeado de un ambiente cálido y colorido. Es espacioso y cuenta con varios espacios incluido un segundo piso y una terraza muy amena. La comida propone sabores tradicionales de la cocina italiana y en general estaba muy bien de sazón. Su pizza es de masa delgada y crujiente, la pasta fresca y las salsas cremosas y balanceadas. El servicio es amable pero no muy rápido.
Madreperla
No sé si era porque fuimos un 1 de enero pero el servicio es terrible con mayúscula! desesperantemente lento y aunque la comida estuvo bien, no fue nada de otro mundo. el postre no sabría decirles porque nunca llegó.
Celele
Llegué con muchas expectativas y el chef no decepcionó. Los sabores, las texturas y sus combinaciones son sobresalientes. Los toques florales ( todos comestibles) le aportan frescura y aroma. la atención es realmente buena. Los meseros se esfuerzan por brindarte una grata experiencia y su conocimiento sobre la carta es buena. el sitio es pequeño y nada del otro mundo pero la experiencia gastronómica vale la pena.