Comida
Servicio
Ambiente

Yo creo en las segundas oportunidades: es la frase con la que nos recibe el restaurante interno en Cartagena, un lugar que no tiene igual en Colombia y hoy les queremos contar el porque. Todo inicia con su ubicación, al interior de la ciudad amurallada, nuestra bella e invaluable Cartagena, donde cada hotel, casa y restaurante guardan un encanto del que es difícil escapar, se encuentra una puerta rosada que guarda la magia del restaurante interno ubicado al interior de la carcel de mujeres. Desde que nos enteramos de su existencia, debemos admitir que la duda nos asalto. No parabamos de buscar videos, reseñas y fotografías que nos dieran más información, sin embargo hasta que no entras allí, no logras dimensionar la belleza de este proyecto. Hablemos primero del lugar como tal: una vez se cruzan las puertas y rejas del ingreso (donde no hay dificultad para los comensales), se llega a un lugar lleno de colores vivos atendido por mujeres que contrario a lo que algunos pensarían, tienen una energía preciosa y atienden de una manera extraordinaria, amables, carismáticas, emprendedoras e incluso disciplinadas, porque para llegar a atender mesas o a la cocina, requieren que en su proceso al interior de la carcel no tengan problemas de conductas ni reportes de indisciplina. Estas preciosas mujeres te dan una experiencia grata, digna de competir contra cualquier servicio en otros restaurantes. Van muy pocos colombianos, en su mayoría el restaurante esta lleno de extranjeros y por eso, es mejor hacer una reserva (nosotras la hicimos con casi 4 semanas de anterioridad). El menú esta a tres tiempos: entrada, plato fuerte y postre, con tres opciones para elegir en cada paso, lo mejor es que tienen opciones vegetarianas, lo cual resulta increíble. Todo lo que sirven es recomendando, pero nuestros favoritos fueron: carimañolas, posta cartagenera y arroz de leche, las mujeres que atienden allí, día a día están desde las 7 am creando esta experiencia y trabajando muy fuerte para que el comensal se lleve un momento invaluable. En el interno también trabajan voluntarios, principalmente el esposo de una de estas bellas mujeres, quien esta desde que se abrieron las puertas y ha permitido que este proyecto se nutra incluso de historias de amor. Hoy que hacemos la reseña queremos decirles que no duden un segundo en ir a este lugar, les aseguramos una experiencia inolvidable, tengan por seguro que cada vez que estemos en Cartagena, iremos allí, aunque sabemos que cada una de ellas guarda una historia, definitivamente después de conocer este lugar YO SI CREO EN LA SEGUNDAS OPORTUNIDADES. Felicitaciones a Johana Bahamon y todas las personas deteas por este maravilloso proyecto y a todas las personas que estan detrás de esta experiencia. Y para estas mujeres, que sabemos podrán leer nuestra reseña, las felicitamos y les agradecemos en el alma por darnos una experiencia que no tiene precio, ustedes son increíbles y ojalá pronto la vida nos lleve de nuevo a la puerta rosada, la que nos permite creer, crear y soñar.

Comida
Servicio
Ambiente
Ver más comentarios (9)
¡Tu navegador está obsoleto!

Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora

×