Es un restaurante alejado de la zona turística de la ciudad, quizás a 15-20 minutos en taxi desde el Centro, pero vale la pena ir. Sus precios son muy cómodos y, sobre todo, tiene una completísima carta, incluyendo vinos, y todo muy bien preparado. Probé la vez primera un lomo fino que estuvo maravilloso. La segunda vez, ya en compañía, probé un arroz de camarones que estaba muy bueno. Les recomiendo todos los asados, son a la parrilla. Los viernes y sábados hay música en vivo por la noche, ideal para ir en pareja. Vi que hay un salón especial para eventos, por lo cual también es interesante. Vale la pena ir en serio.