Para desayunar es flojo, flojo, flojo! Me fue mal en este lugar y no lo recomendaría para desayunar... la comida super simplona y la carta de desayunos es muy limitada y no tiene ningún plato que llame la atención, es mejor el menú casero que uno se pueda inventar en su propia casa!. Pedimos unos huevos con roast beef que estaba super seco y queso boconccini sobre una tostada dura y seca, no se esfuerzan por hacer que los ingredientes funcionen entre sí. También pedimos un omelette de queso feta y tomates cherry que estaba pasado de término. Las arepas de plátano si muy ricas y creo que si vuelvo, sería lo único que pediría de nuevo. El modelo de atención me pareció que no funciona bien pues tienes que ir a la caja a pedir, pero igual tienen meseros, entonces no lo entendí bien. No se si Miel funcione mejor para almorzar pero a desayunar allí no vuelvo!

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