Es una grata sorpresa en una nueva zona de restaurantes del Centro Comercial Parque La Colina. La carta tiene platos mediterráneos tradicionales y otros fusionados con ingredientes colombianos. Es diferente a la del restaurante del mismo nombre en Barcelona. Pedimos una paella (para dos personas, salen porciones muy generosas). Nos gustó mucho por su sabor (punto correcto de sal y sazón), la cocción de los mariscos y el arroz, así como por temperatura. Además, no escatimaron en mariscos, con abundantes almejas y mejillones. El servicio fue excelente, tanto por amabilidad como por rapidez para tomar el pedido y servirlo. No probamos postres ni otros platos, pero se veían deliciosos (por ejemplo, un postre con guayaba y chocolate blanco, o un pulpo asado). Fuimos un domingo después de las 8 p.m. y tiene la ventaja de que cierra a las 10 p.m.

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