Aunque el tiempo de espera fue un poco largo, tuvieron un muy lindo detalle de darnos empanadas de cortesía. La comida con un sabor como de casa, de los platos con los que fuimos criados. Muy buenas sazón. El ambiente muy acogedor, como ir a comer a la casa de la abuela. Sería una de mis opciones para llevar a un extranjero a conocer el sabor de mi país.