Todos los que trabajan en Monkey House fueron súper amables y serviciales. Hay una contradicción entre querer ser Pub y ser restaurante de manteles al mismo tiempo. La comida necesita un mejor emplatado y más esmero, pero me queda todavía por probar el Beef Wellington que lamentablemente no tenían ese día. Buenísima la selección de cervezas y que sepan maridarlas.