El restaurante esta bien ubicado, en la 122. El sitio es lúgubre; es urgente hacerle un remodelación. La comida es buena, recomiendo la lengua en salsa de tomate alcaparrada, es absolutamente deliciosa. El pollo al vino en salsa de champiñones muy bueno. Los sandwich, son deliciosos, los precios son acordes con la comida. Cuando uno entra, parece un sótano.