Excelente restaurante, de estilo francés y ambiente bogotano. Más que una comida, una experiencia inolvidable. Recomendado para ir en familia, amigos, visitas extranjeras y por supuesto con la pareja. Desde mi opinión, el restaurante más romántico de la ciudad. La especialidad la langosta, pero los demás platos son dignos de una excelente reseña.