Está bien la comida. Es decir, nada espectacular, pero tampoco es feo. Eso sí, me parece exageradamente caro para lo que es. Entre tres pedimos un poco de cada cosa: chorizo picante de entrada, pecho, morrillo, cerdo desmechado y pollo ahumado; más postre, bebidas y café; pagamos algo más de $70,000 c/u. Ya con eso me parece que es más la "fama" que lo que verdaderamente es. Volvería solamente obligado, en cuyo caso me iría por las costillas para no repetir.
De las pizzas más simples y deliciosas que he comido en Bogotá. Punto.
El servicio es excelente porque hacen un perfecto equilibrio entre atender las necesidades de los clientes y dejarlos disfrutar la comida tranquilos.
El sitio es agradable para sentarse a comer tranquilo.
Para visitar muchas veces.
Perros calientes hechos de cero; desde la salchicha hasta la salsa. Muy ricos y originales. Para ir a probarlos todos. Las sopas y acompañamientos también son muy buenos. No lo recomiendo para alguien que coma mucho, porque no son demasiado grandes (aunque tampoco son pequeños, para ser justo) y pueden quedar con hambre.
Están muy buenas las hamburguesas. Un concepto muy propio y la variedad está apenas, sin excesos. Solamente recomiendo que la carne no esté tan cocinada, porque a mí me salió como seca. Pero de resto, muy rica. El ambiente también es agradable; me imagino que en las noches debe ser mucho mejor que como almuerzo de oficina entre semana.
Sólo he pedido a domicilio, entonces no conozco el ambiente de los locales. Me parece que es una de las mejores opciones que hay para pedir pizza buena, de sabores muy variados, con ingredientes de buena calidad y sobre todo bien hecha. Es tipo italiana, diferente a la americana a la que nos tienen acostumbrados las franquicias de siempre. El único pero es que no llegó tan caliente como quisiera. Sin embargo, será mi primera opción para cuando quiera pedir pizza por mucho tiempo, hasta que me canse. Quedé picado para probar todo lo demás.
Da una falsa ilusión de ser un restaurante argentino por llamarse El Monumental y toda la decoración alusivas al fútbol. Pero hasta ahí llega. En vez de asado de tira, vacío o entraña; se consiguen los sospechosos de siempre en un restaurante COLOMBIANO de carnes: churrasco, punta de anca y lomo. Lo peor: las empanadas. De maíz, fritas y rellenas de pollo. Además estaban entrapadas en aceite. Horribles. Aunque la carne no estaba mal, fue una mala experiencia porque me sentí tumbado. Ah, y la mesera no tenía ni idea de dónde estaba parada. Para no volver.
Cuando a uno le preguntan con qué va a acompañar su plato fuerte, uno asume que el acompañamiento viene incluido. Pues no. Grave error -nuestro- no haber aclarado esto y terminamos pidiendo un montón de papas y cosas innecesarias. Ese detalle no me gustó. De resto, la comida estaba rica. El ambiente es muy bonito pero en la parte de atrás el calor es insoportable. Fino detalle que, sin habernos quejado, nos trajeron una cortesía para disculparse porque nuestro pedido se demoraba más.
No tienen anillos de cebolla, jalapeños, queso azul, champiñones, queso costeño, malteadas... En fin, ninguna arandela innecesaria que cualquier sitio de hamburguesas de hoy en día tiene. Pero no es un defecto; es su mayor cualidad porque el menú es tan simple que no tiene pierde. Qué hamburguesas más ricas! La carne en su punto, jugosa; el queso fundido y la tocineta se sienten de verdad; el pan, fresco. Muy bueno el detalle de dejar la cebolla y los pepinillos como opcionales para quienes no les gustan. Excelente que se demoran sólo 5 minutos. Lo mejor: las papas tan calientes que me quemé la lengua. Recomendado a ojo cerrado. Falta la sucursal.
Unos sándwiches sencillos, sin complicaciones, deliciosos. Las opciones no son muchas, pero para qué más... Hay que llegar temprano porque es realmente pequeño el lugar. Pero si no le incomoda sentarse en el andén, vale mucho la pena.
La Fama
Está bien la comida. Es decir, nada espectacular, pero tampoco es feo. Eso sí, me parece exageradamente caro para lo que es. Entre tres pedimos un poco de cada cosa: chorizo picante de entrada, pecho, morrillo, cerdo desmechado y pollo ahumado; más postre, bebidas y café; pagamos algo más de $70,000 c/u. Ya con eso me parece que es más la "fama" que lo que verdaderamente es. Volvería solamente obligado, en cuyo caso me iría por las costillas para no repetir.
Julia (Virrey)
De las pizzas más simples y deliciosas que he comido en Bogotá. Punto. El servicio es excelente porque hacen un perfecto equilibrio entre atender las necesidades de los clientes y dejarlos disfrutar la comida tranquilos. El sitio es agradable para sentarse a comer tranquilo. Para visitar muchas veces.
El Cebollero (Chico)
Perros calientes hechos de cero; desde la salchicha hasta la salsa. Muy ricos y originales. Para ir a probarlos todos. Las sopas y acompañamientos también son muy buenos. No lo recomiendo para alguien que coma mucho, porque no son demasiado grandes (aunque tampoco son pequeños, para ser justo) y pueden quedar con hambre.
Burger Music
Están muy buenas las hamburguesas. Un concepto muy propio y la variedad está apenas, sin excesos. Solamente recomiendo que la carne no esté tan cocinada, porque a mí me salió como seca. Pero de resto, muy rica. El ambiente también es agradable; me imagino que en las noches debe ser mucho mejor que como almuerzo de oficina entre semana.
Da Quei Matti (Parque de la 93)
Sólo he pedido a domicilio, entonces no conozco el ambiente de los locales. Me parece que es una de las mejores opciones que hay para pedir pizza buena, de sabores muy variados, con ingredientes de buena calidad y sobre todo bien hecha. Es tipo italiana, diferente a la americana a la que nos tienen acostumbrados las franquicias de siempre. El único pero es que no llegó tan caliente como quisiera. Sin embargo, será mi primera opción para cuando quiera pedir pizza por mucho tiempo, hasta que me canse. Quedé picado para probar todo lo demás.
El Monumental
Da una falsa ilusión de ser un restaurante argentino por llamarse El Monumental y toda la decoración alusivas al fútbol. Pero hasta ahí llega. En vez de asado de tira, vacío o entraña; se consiguen los sospechosos de siempre en un restaurante COLOMBIANO de carnes: churrasco, punta de anca y lomo. Lo peor: las empanadas. De maíz, fritas y rellenas de pollo. Además estaban entrapadas en aceite. Horribles. Aunque la carne no estaba mal, fue una mala experiencia porque me sentí tumbado. Ah, y la mesera no tenía ni idea de dónde estaba parada. Para no volver.
Sir Frank
Cuando a uno le preguntan con qué va a acompañar su plato fuerte, uno asume que el acompañamiento viene incluido. Pues no. Grave error -nuestro- no haber aclarado esto y terminamos pidiendo un montón de papas y cosas innecesarias. Ese detalle no me gustó. De resto, la comida estaba rica. El ambiente es muy bonito pero en la parte de atrás el calor es insoportable. Fino detalle que, sin habernos quejado, nos trajeron una cortesía para disculparse porque nuestro pedido se demoraba más.
Home Burgers (Zona T)
No tienen anillos de cebolla, jalapeños, queso azul, champiñones, queso costeño, malteadas... En fin, ninguna arandela innecesaria que cualquier sitio de hamburguesas de hoy en día tiene. Pero no es un defecto; es su mayor cualidad porque el menú es tan simple que no tiene pierde. Qué hamburguesas más ricas! La carne en su punto, jugosa; el queso fundido y la tocineta se sienten de verdad; el pan, fresco. Muy bueno el detalle de dejar la cebolla y los pepinillos como opcionales para quienes no les gustan. Excelente que se demoran sólo 5 minutos. Lo mejor: las papas tan calientes que me quemé la lengua. Recomendado a ojo cerrado. Falta la sucursal.
Carrito Sanguchero (Chico)
Unos sándwiches sencillos, sin complicaciones, deliciosos. Las opciones no son muchas, pero para qué más... Hay que llegar temprano porque es realmente pequeño el lugar. Pero si no le incomoda sentarse en el andén, vale mucho la pena.
La Brasserie
Muy buen restaurante. Muy ricas las carnes y la entrada de pulpo es imperdonable. Lo único malo es que el servicio es lento; eso sí, son muy amables.